Para el correcto funcionamento de la página, Aqualecer utiliza cookies. Puede ver las condiciones de uso de la página haciendo click aquí: CONDICIONES DE USO (Aviso legal) Si continúa navegando se entiende que las acepta. Puede hacer desaparecer este mensaje confirmando en el siguiente botón:
Muy cerca del puerto de O Grove, concretamente en la Zona de punta Moreiras, se creó el Museo de Salazón, que fúe creado fundamentalmente para que los visitantes y locales puedan conocer la cultura del mar y los milenarios procesos de salazón de pescado.
La Aldea Marinera-Punta Moreiras, gracias a su representación de esculturas nos muestra todo tipo de elementos relacionados con el mundo marinero, sus gentes, sus aperos y los animales que rodean estas zonas costeras. En las 42 piezas de piedra esculpidas por los
alumnos de la Escuela de Canteiros de Pontevedra y entregadas al
Concello do Grove, nos podemos encontrar Sirenas, pescadores, niños, cormoranes, tortugas, mamiferos marinos y la más representativa un Faro a pequeña escala en el cual puedes acceder y disfrutar de las magificas vistas. Todas estas esculturas nos transmiten esos tintes marineros y contribullen al embellecimiento del entorno.
En Punta Moreiras nos encontramos con mucha historia puesto que fueron muchos los asentamientos castrexos que se asentaban en estas costas buscando las oportunidades que les brindaba el Mar. Existió un castro, del que a día de hoy solo podemos intuirlo, aunque para nosotros es dificil dibujarlo, los expertos pueden dibujar su contorno e imaginarselo en su explendor. Sobre Meloxo descansan también los restos de una antigua industria pesquera de origen romano que más tarde fue aprovechada para la instalación de conserveras y salazones junto al mar que utilizan las técnicas más modernas de su época. Llegaron a existir en las cercanías de Punta Moreiras hasta 8 fábricas de sardinas y secado de Pulpo.
Con el paso del tiempo, con las nuevas energías y la competencia extranjera y nacional, muchas de ellas quedaron en el olvido o se convirtieron al sector industrial conservero. La ensenada de Moreiras-Meloxo también acogió a una de estas instalaciones hasta el S. XXI que ha estado en la ruina, pero que poco a poco Punta Moreiras y su entorno fueron acondicionados para crear un espacio etnográfico y paisajístico para el disfrute de la gente.